lunes, 4 de mayo de 2009

El caballo en el pozo


Hace años, un campesino afrontaba serias dificultades para llevar adelante su explotación.
El hombre era dueño de algunos caballos que ayudaban en las tareas de su pequeña hacienda.
Un día, su capataz llega a verlo presuroso con la novedad que uno de los caballos había caído a un viejo pozo abandonado. El pozo era particularmente profundo, lo que haría igual de difícil sacar al animal de allí.
El campesino se dirigió de inmediato donde el accidente a fin de poder evaluar la situación. Al llegar, pudo comprobar que el caballo no estaba lastimado, pero de todas formas, intentar sacarlo de ese lugar seria no solo muy difícil, sino también muy costoso. Luego de meditarlo por unos minutos concluyó que no podría hacer frente al alto precio de la operación de rescate, por lo que debió tomar la difícil decisión de sacrificar al animal. Para esto, dijo al capataz que rellenaran el pozo con tierra hasta enterrar al caballo en el lugar.
Y así lo hicieron. Los peones comenzaron a arrojar paladas de tierra para llenar el pozo y cubrir al caballo.
Pero sucedió que a medida que la tierra caía sobre el animal este se sacudía, lo que hacia que la tierra se deslizara al fondo del pozo. Por cada palada que recibía el caballo era lo mismo: se sacudía, la tierra escurría y el animal se mantenía no solo al descubierto, sino que iba subiendo.
Los hombres se dieron cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino, por el contrario, estaba subiendo hasta que finalmente logro salir del pozo.
Si Ud. esta "en el fondo del pozo", se siente poco valorado y que otros arrojan tierra sobre Ud., recuerde siempre al caballo de esta historia: sacudase la tierra, pise sobre ella y "salga del pozo". Sea el ejemplo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario