lunes, 14 de diciembre de 2009

Mi amigo "el Sapito"


Luis, "el Sapito" es de esas personas a las que la naturaleza no los ha favorecido demasiado con su belleza. Casi se podría decir que lo ha castigado al respecto.
Heredó su apodo por rama paterna, es decir (como imaginarán), a su padre ya lo apodaban "el Sapo".
Pero como la naturaleza es sabia, todo lo que le faltaba de lindo lo tenia (y tiene) de positivo, gracioso y buen tipo. Ya desde que éramos chicos, siempre tenia alguna respuesta graciosa para cada situación. Todos nos divertíamos muchísimo cuando compartíamos tiempos con él.
En resumen, era el tipo de persona que te gustaría ser. Estaba siempre de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir.
Cuando alguien le preguntaba como le iba, él respondía: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".
Durante su vida, ha tenido varios comercios y la mayoría de sus colaboradores lo siguieron en todos ellos.
La razón de que lo siguieran fue por su actitud: Era un motivador natural.
Si un empleado tenía un mal dia, el Sapito estaba ahí para decirle como ver el lado positivo de la situación.

Con el correr del tiempo, ver este estilo de vida realmente me causó curiosidad, así que un día decidí ir a buscar al Sapito y le pregunté:
- "No lo entiendo... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo. Como lo haces?"
El Sapito respondió:
- "Cada mañana me levanto y me digo a mi mismo: Luis, tenés dos opciones hoy: Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor; escojo estar de buen humor. Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello".
- "Cada vez que alguien viene a mi para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo señalarle el lado positivo de la vida.
- "Si, claro, pero no es tan fácil", protesté.
- "Si lo es, dijo Luis. En la vida, todo tiene que ver con elecciones. Cuando se quita todo lo demás, cada situación es una elección. Uno elige como reaccionar ante cada situación, elige como permitirá que la gente afecte su estado de ánimo, uno elige estar de buen humor o de mal humor. En resumen, UNO ELIGE COMO VIVIR LA VIDA.

Reflexioné en lo que el Sapito me dijo...

No mucho tiempo después, mis propias obligaciones me llevaron lejos del hogar de mi infancia, por lo que perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en el Sapito, especialmente cuando tenía que hacer una elección de vida, en vez de reaccionar contra ella.
Hace un par de años, me enteré que el Sapito hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio, olvidó la puerta de atrás del negocio abierta y una tarde fue asaltado por dos ladrones armados.
Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano, temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon.
Afortunadamente, el Sapito fue encontrado relativamente pronto y llevado de urgencia a una clínica. Después de varias horas de cirujía y otras tantas semanas de terapia intensiva, Luis fue dado de alta aun teniendo fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con el Sapito algunos meses despues del accidente, y cuando le pregunté como estaba, me respondió:
- "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".
Mi curiosidad me llevó a preguntarle qué pasó por su mente en el momento del asalto. Contestó:
- "Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenia dos opciones: podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir".
- "¿No sentiste miedo?" Le pregunté.
El Sapito continuó:
- "Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos y las enfermeras, realmente me asusté. Podia leer en sus ojos: "Es hombre muerto". Supe entonces que debia tomar una decision."
- ¿Que hiciste?, pregunté.
El Sapito me dijo:
- "Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo, y respirando profundo grité: Si, a las balas".
- "Mientras reian, les dije: Estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto".
Mi amigo vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud. Aprendió que cada dia tenemos la eleccion de vivir plenamente.
La actitud, al final, lo es todo.

sábado, 17 de octubre de 2009

Después, Ya Nada es Igual


Cuando viniste a este mundo, ella te sostuvo en sus brazos. Tú se lo agradeciste gritando.
Cuando tenías un 1 año, ella te alimentaba y bañaba. Tú se lo agradeciste llorando la noche entera.
Cuando tenías 2 años, ella te enseñó a caminar. Tú se lo agradeciste huyendo de ella cuando te llamaba.
Cuando tenías 3 años, ella te hacía todas las comidas con amor. Tú se lo agradeciste tirando el plato al piso.
Cuando tenías 4 años, ella te dio unos lápices de colores. Tú se lo agradeciste pintando todas las paredes del comedor.
Cuando tenías 5 años, ella te vestía para las ocasiones especiales. Tú se lo agradeciste ensuciándote a más no poder.
Cuando tenías 6 años, ella te llevaba a la escuela. Tú se lo agradeciste gritándole: ¡NO VOY A IR!
Cuando tenías 7 años, ella te regaló una pelota. Tú se lo agradeciste arrojándola contra la ventana del vecino.
Cuando tenías 8 años, ella te trajo un helado. Tú se lo agradeciste derramándoselo sobre su falda.
Cuando tenías 9 años, ella té pagó unas clases de guitarra. Tú se lo agradeciste no practicando nunca.
Cuando tenías 10 años, ella te llevaba con el auto a todas partes: del gimnasio al partido de fútbol, de fiestas de cumpleaños, a otras fiestas. Tú se lo agradeciste cuando salías del coche y nunca mirabas atrás.
Cuando tenías 11 años, ella te llevó a ti y a tus amigos a ver una película. Tú se lo agradeciste diciéndole que se sentara en otra fila.
Cuando tenías 12 años, ella te aconsejó que no miraras ciertos programas. Tú se lo agradeciste esperando que ella se fuera de la casa.
Cuando tenías 13 años, ella te sugirió un corte de pelo que estaba de moda. Tú se lo agradeciste diciéndole que no tenía gusto.
Cuando tenías 14, ella te pagó un mes de vacaciones en el campamento de verano. Tú se lo agradeciste olvidándote de escribirle una carta.
Cuando tenías 15, ella venía de trabajar y quería darte un abrazo. Tú se lo agradeciste cerrando con llave la puerta de tu habitación.
Cuando tenías 16, ella te enseñó cómo manejar su coche. Tú se lo agradeciste usándoselo todas las veces que podías.
Cuando tenías 17 años, ella esperaba una llamada importante… Tú se lo agradeciste, hablando por teléfono toda la noche.
Cuando tenías 18, ella lloró en la fiesta de tu graduación de la escuela. Tú se lo agradeciste estando de fiestas hasta el amanecer.
Cuando tenías 19 años, ella te pagó la cuota de la universidad, te llevó en coche hasta el campus y cargó tus maletas. Tú se lo agradeciste diciéndole adiós desde fuera del dormitorio, así no te sentirías avergonzado ante tus amigos.
Cuando tenías 20 años, ella te preguntó si estabas saliendo con alguien. Tú se lo agradeciste diciéndole: 'A Ti no te importa eso'
Cuando tenías 21 años, ella te sugirió algunas carreras para tu futuro… Tú se lo agradeciste diciéndole: 'No quiero ser como Tú.'
Cuando tenías 22, ella te abrazó en la fiesta de graduación de la Universidad. Tú se lo agradeciste diciéndole si te podía pagar un viaje a Europa.
Cuando tenías 23, ella te dio algunos muebles para tu primer departamento. Tú se lo agradeciste diciéndoles a tus amigos que los muebles eran feos.
Cuando tenías 24, ella conoció a tu futura esposa y le preguntó sus planes para el futuro. Tú se lo agradeciste con una mirada feroz y le gritaste: '¡Cállate!'.
Cuando tenías 27, ella te ayudó a pagar los gastos de tu boda y llorando te dijo que te amaba muchísimo. Tú se lo agradeciste mudándote por la mitad del país.
Cuando tenías 30, ella te dio algunos consejos para cuidar al bebé. Tú se lo agradeciste, diciéndole que las cosas son diferentes ahora.
Cuando tenías 40, ella te llamó para recordarte el cumpleaños de tu Papá. Tú se lo agradeciste diciéndole que estabas muy ocupado.
Cuando tenías 50, ella se enfermó y necesitó que la cuidaras. Tú se lo agradeciste leyendo sobre la carga que representan los padres hacia los hijos.
De repente, un día...,
Ella silenciosamente MURIOOOO.......!!!!. Y todas las cosas que nunca hiciste cayeron como un rayo sobre tus hombros.
Tomémonos un momento para rendir honor y tributo esa persona que llamamos MAMÁ.
No hay sustituto para Ella. Alegra cada momento. Aunque a veces no parezca la mejor de las amigas, aunque quizás no concuerde con nuestra manera de pensar, aún así…
¡Es nuestra Madre!
Ella estará allí para ayudarte siempre: con tus dolores, tus penas, tus frustraciones.
¿Has limitado tu tiempo para estar con Ella, para escuchar sus quejas, para oír de su cansancio?
Sé prudente, sé generoso y muéstrale el debido respeto, aunque tú pienses diferente de Ella.
Si aún está contigo, disfrútala. Si ya no está, recuérdala. Y por sobre todo, que cada día de tu propia existencia sea una oportunidad para decirle: ¡FELIZ DÍA, MAMA!

Un Dia Normal



Mamá y Papá estaban mirando la televisión cuando mamá dijo: “-Estoy cansada, es tarde, me voy a la cama”.
Fue a la cocina a preparar el pan de las tostadas de la mañana siguiente.
Puso en remojo los recipientes de las palomitas de maíz consumidas frente al televisor, sacó la carne del freezer para la cena del día siguiente, controló si había suficiente cereal, llenó la azucarera, puso las tazas, cucharitas y platos del desayuno en la mesa y dejó todo preparado y listo para servirse.
Puso la ropa húmeda en el secarropa, la ropa sucia en el lavarropas, planchó una camisa y cosió un botón. Recogió los juguetes, puso a cargar los teléfonos celulares de ella y papá y guardó la guía telefónica.
Regó las plantas, ató la bolsa de basura y tendió una toalla.
Bostezó, se desperezó y se fue al dormitorio.
Se paró un momento para escribir una nota a la maestra, contó y guardó el dinero para el regalo de cumpleaños del compañerito de colegio y levantó un libro que estaba debajo de la silla.
Firmó una tarjeta de felicitación para un amigo y colocó la dirección en el sobre, escribió una nota para la niñera y colocó todo junto a su bolso.
A continuación, mamá se lavó la cara con sus toallitas, se puso crema anti-arrugas y se lavó los dientes.
Papá gritó: “-Pensé que te habías ido a la cama”.
“-Ya me acuesto”, dijo ella.
Puso un poco de agua en el bebedero del perro y sacó al gato al balcón, cerró la puerta con llave y apagó la luz de la entrada.
Dio una mirada a los niños, les apagó las luces y el televisor y se detuvo a orar unos minutos por ellos. Recogió una camiseta, tiró las medias a la canasta de ropa y habló con el mayor que estaba todavía estudiando.
En su habitación, puso el despertador, preparó la ropa para el día siguiente, ordenó mínimamente los zapatos. Añadió dos cosas a las cuatro de la lista de cosas urgentes y visualizó alcanzar sus propios objetivos.
En ese momento, papá apagó la televisión y anunció: “-Me voy a la cama”.
Y lo hizo, sin otros pensamientos…
Nada extraordinario... ¿VERDAD?
Demos gracias a Dios por tener a esas grandiosas mujeres: madre, abuela, esposa, hijas, hermanas, buenas amigas…
Y si no las tenemos, demos gracias a Dios que ya están con El.
A todas ellas, ¡FELIZ DIA!

viernes, 9 de octubre de 2009

Nadie...


Nadie alcanza la meta con un solo intento, ni perfecciona la vida con una sola rectificación, ni alcanza altura con un solo vuelo.
Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces, ni recoge cosecha sin probar muchos sabores, sembrar muchas semillas y abonar la tierra.
Nadie mira la vida sin acobardarse en varias ocasiones, ni se mete en el barco sin temerle a la tempestad, ni llega a puerto sin remar muchas veces...
Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas, ni toma las rosas sin sentir sus espinas.
Nadie llega a la otra orilla sin haber construido balsas o puentes, ni puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad.
Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces que perseguía un imposible, ni conoce la oportunidad que pasa por su lado y la deja ir.
Nadie encuentra el pozo del placer hasta caminar por la sed del desierto.
Pero nadie deja de llegar cuando tiene la claridad de un don, el crecimiento de su voluntad, la abundancia de la vida, el poder de realizarse y el impulso sobre si mismo, ni deja de alcanzar sus metas cuando realmente se lo propone.

Paulo Coelho

martes, 25 de agosto de 2009

Que es Virtual?


El hombre entró apurado y con mucho apetito a un restaurante.
Escogió una mesa bien alejada del movimiento del lugar. Quería aprovechar los pocos minutos que tenia ese día, utilizarlos para comer y concretar algunas ideas de programación, de un sistema que estaba desarrollando; además, tenía ganas de comenzar a planear sus vacaciones, ya que desde hacía mucho tiempo no sabía lo que eran.
Dispuesto a no abandonar por completo su régimen de comidas, se decidió por un filete de salmón con alcaparras en manteca, ensalada y jugo de naranjas.
Abrió su notebook y al mismo instante se sobresaltó con aquella voz bajita y aflautada detrás de el:
- Señor, me da unas monedas?
- No tengo, pequeño.
- Solo una moneda, para comprar pan.
- Está bien, yo te compro uno.
Como de costumbre, su casilla de correos estaba llena de e-mails; quedó distraído leyendo poesías, mensajes de lo más variados, riendo con las ocurrentes bromas. Ahhh! Esa música lo llevaba a Europa, recordando un hermoso tiempo pasado.
- Señor, pida que le pongan al pan manteca y queso también!
En ese momento se da cuenta que el pequeño estaba a su lado.
- Ok, pero después me dejas trabajar, estoy muy ocupado, de acuerdo?
Llega la comida y con ella la realidad. Hace el pedido del pequeño, y el mozo pregunta si quiere que el niño sea retirado. El cargo de conciencia le impide tomar una decisión, y dice:
- No, está todo bien. Déjelo que se quede. Traiga el pan y una comida decente para el.
Entonces el niño se sentó frente a el y preguntó:
- Señor, que esta haciendo?
- Estoy leyendo e-mails.
- Y que son e-mails?
- Son mensajes electrónicos enviados por personas vía Internet.
Sabía que el difícilmente entendería nada, y para evitar mayores cuestionamientos dijo:
- Es como si fuese una carta, solo que se envía por Internet.
- Señor, usted tiene Internet?
- Si, tengo, es esencial en el mundo actual.
- Y que es Internet?
- Es un lugar en la computadora donde podemos ver y oír muchas cosas, noticias, música, conocer personas, leer, escribir, soñar, trabajar, aprender. Tiene todo, pero en un mundo virtual.
- Y qué es lo virtual?
Decide dar una explicación simplificada, con la certeza que él poco va a entender, y lo librará para comer su almuerzo sin culpa.
- Virtual es un lugar que imaginamos, algo que no podemos tocar, alcanzar. Un lugar donde creamos un montón de cosas que nos gustaría hacer. Creamos nuestras fantasías, transformamos el mundo en casi como quisiéramos que fuese.
- Que bueno, me gustó!!!
- Pequeño, entendiste lo que es virtual?
- Si señor, yo también vivo en ese mundo virtual.
- Y tu tienes computadora?
- No, pero mi mundo también es de ese estilo… virtual!!! Mi madre pasa todo el día fuera de casa, llega muy tarde y casi no la veo. Yo paso el día cuidando a mi hermano mas pequeño, que vive llorando de hambre, y le doy agua para que el piense que es sopa. Mi hermana mayor sale todo el día, dice que va a vender su cuerpo, pero yo no entiendo, pues ella vuelve siempre con su cuerpo. Mi padre está en la cárcel hace mucho tiempo. Y yo siempre imagino a toda mi familia junta en casa, mucha comida, muchos juguetes en Navidad, y me veo yendo a la escuela para ser un gran médico algún día.
- Eso no es virtual, señor?
Cerró su notebook, no antes de que sus lágrimas cayeran sobre el teclado.
Esperó a que el niño terminase literalmente de “devorar” su plato, pagó la cuenta y dió el cambio al pequeño, que le retribuyó con una de las más bellas y sinceras sonrisas que jamás había recibido en su vida, además de con un “Gracias, señor, usted es un maestro”.
Allí, en ese instante, tuvo la mayor prueba del virtualismo insensato y egoísta en que vivimos todos los días…

Las Cuatro Estaciones


Había un padre que tenia cuatro hijos. Todos ellos transitaban sus primeros años de adulto. El hombre siempre se había ocupado de instruir a esos hijos, aunque los pecados y apuros de juventud no dejaban de estar presentes. El buscaba que aprendieran a no juzgar las cosas rápidamente, sino que intentaba transmitirles la paciencia y observación que enseñan los años; entonces, los envió a cada uno por turnos a ver un árbol de peras que estaba a una gran distancia.
El primer hijo fue en invierno, el segundo en primavera, el tercero en verano y el más joven de ellos fue en el otoño.
Cuando todos habían ido y regresado, el los reunió y, juntos, pidió a cada uno que describiera lo que había visto.
El primer hijo mencionó que el árbol era horrible, doblado y retorcido.
El segundo dijo que no, que estaba cubierto de brotes verdes y lleno de promesas.
El tercer hijo no estuvo de acuerdo, dijo que estaba cargado de flores, que tenia aroma muy dulce y se veía muy hermoso, era la cosa más llena de gracia que jamás había visto.
El ultimo de los hijos no estuvo de acuerdo con ninguno de ellos, el dijo que estaba maduro y marchitándose de tanto fruto, lleno de vida y satisfacción.
Entonces, el padre explicó a sus hijos que todos tenían razón, porque ellos habían visto solo una de las estaciones en la vida del árbol.
El les dijo a todos que no deben de juzgar a un árbol, o a una persona, por solo ver una de sus temporadas, y que la esencia de lo que son, el placer, regocijo y amor que viene con la vida puede ser solo medida al final, cuando todas las estaciones han pasado.
Si alguno se da por vencido en el invierno, habrá perdido la promesa de la primavera, la belleza del verano y la satisfacción del otoño. El dolor de alguna estación no debe destruir la dicha del resto.
La vida no puede ser juzgada por solo una estación difícil. Perseverar a través de las dificultades y malas rachas nos asegura que mejores tiempos vienen por delante.

lunes, 24 de agosto de 2009

La Luciéenaga y la Serpiente


A menudo, solemos preguntarnos por qué determinadas personas no nos aprecian, e inclusive generan cierto ensañamiento hacia nosotros al punto que nos sentimos perseguidos, o por lo menos continuamente controlados.
Cuenta la leyenda, que una vez una serpiente comenzó a perseguir a una luciérnaga. Esta huía rápido de la feroz predadora y la serpiente al mismo tiempo no desistía.
Huyó un día y ella la seguía, dos días y la seguía…
Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga se detuvo y dijo a la serpiente:
- “¿Puedo hacerte tres preguntas?”
- “No acostumbro dar esta posibilidad a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar”. – contestó la serpiente.
- “¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?” – preguntó la luciérnaga.
- “No”. – respondió la serpiente.
- “¿Yo te hice algún mal?”. – dijo la luciérnaga.
- “No”. – volvió a contestar la serpiente.
- “Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?”
- “Es muy simple: ¡¡¡Porque no soporto verte brillar!!!”

jueves, 23 de julio de 2009

Por donde empezar


Una bella tarde de primavera, un joven paseaba por una ciudad desconocida cuando, de pronto, se encontró con un comercio en cuya marquesina se leía una extraña inscripción: "La Felicidad".
Tanto le llamó la atención que decidió entrar. Al hacerlo, descubrió que el negocio era atendido por ángeles. Sorprendido, se acercó a uno de ellos y le preguntó:
-¿Qué venden ustedes aquí?
- Aquí vendemos absolutamente de todo - respondió el ángel.
- ¡Ah! - dijo asombrado el joven.
- Entonces, por favor vendanme el fin de todas las guerras del mundo, muchas toneladas de amor para los hombres, un gran botellón de comprensión para las familias, más tiempo para que los padres jueguen con sus hijos...
Y así prosiguió hasta que el ángel, muy respetuoso, lo interrumpió y dijo:
- Perdona, pero creo que no me expliqué bien. Aquí no vendemos frutos, sino semillas...

miércoles, 8 de julio de 2009

Ayuda


Para Renato ese había sido un día como cualquier otro: una dura jornada de trabajo que lo dejaba agotado; estar algo sucio, desalineado y hambriento no disminuía su satisfacción por el deber cumplido ni el deseo diario de volver a su familia. A pesar de ello, no lograba disimular su cara de preocupación. La situación económica no era fácil y se avecinaban meses más difíciles aun. Necesitaba mejorar sus ingresos, las doce o catorce horas que trabajaba a diario más el esfuerzo de su esposa haciendo otro tanto no alcanzaban para hacer frente con tranquilidad a los tiempos que pronto llegarían.
Inmerso en sus pensamientos casi no vio a la señora que estaba en el coche parado, al costado de la ruta. Llovía fuerte y era de noche. Pero se dio cuenta que ella necesitaba ayuda.
Sin pensarlo, detuvo su coche y se acercó. El auto de la señora tenía ese olor tan particular de los vehículos nuevos. La cara de la mujer mostró su desconfianza, él parecía pobre, se lo veía desalineado y hasta sucio, bien podía ser un asaltante.
Renato percibió que ella tenía mucho miedo y con una sonrisa le dijo: -"No tema, estoy aquí para ayudarla, señora, no se preocupe. ¿Por que no espera en el auto, así no se sigue mojando y está mas cómoda? A propósito, mi nombre es Renato".
Ella era una elegante mujer de edad avanzada, y lo que había sucedido era que se había pinchado una de las cubiertas de su auto. Renato se agachó, colocó el crique y levantó el coche. En pocos minutos ya estaba cambiando la llanta. Lo incómodo de la tarea lo dejo un poco más sucio y con una herida en una de sus manos.
Cuando ajustaba las tuercas de la rueda ella abrió la ventanilla y comenzó a conversar con él. Le contó que no era del lugar, que solo estaba de paso por allí y que no sabia como podría agradecerle su preciosa ayuda. Renato apenas sonrió mientras se levantaba.
Ella preguntó cuanto le debía. Había estado imaginando todas las cosas terribles que podrían haberle pasado si Renato no se hubiese detenido para socorrerla. Renato no pensaba en dinero, a él le gustaba ayudar a las personas. Este era su modo de vivir. Y respondió: -"Si realmente quiere pagarme, la próxima vez que encuentre a alguien que precise ayuda, dele a esa persona la ayuda que ella necesite y acuérdese de mi".

Algunos kilómetros más adelante, la señora se detuvo en un pequeño restaurante. La camarera vino hasta ella y le trajo una toalla limpia para que secase su mojado cabello y le dirigió una dulce sonrisa.
La mujer notó que la camarera llevaba un embarazo muy avanzado, sin embargo no permitía que la tensión y los dolores cambiaran su buen trato y disposición para atender a los demás.
La señora, acostumbrada a la indiferencia de la gran ciudad, se preguntó cómo alguien que teniendo tan poco, y en su estado, podía tratar tan bien a un extraño. Fue entonces que se acordó de Renato. Después que terminó su cena, y antes que la camarera trajera su cambio, la señora se retiró del lugar.
Cuando la camarera volvió, se sorprendió al no encontrar a la mujer, preguntándose como no había esperado su vuelto, cuando notó algo escrito en la servilleta, sobre la cual también había varios billetes de 100 dolares.
No pudo evitar las lágrimas cuando leyó lo que la señora había escrito.

Decía:
-"No me debes nada, yo tengo bastante. Alguien me ayudó hoy y de la misma forma te estoy ayudando. Si tu realmente quisieras reembolsarme este dinero, no dejes que este círculo de amor termine contigo, ayuda a alguien".
Aquella noche, cuando fue a casa, cansada, se acostó en la cama; su marido ya estaba dormido y ella quedó pensando en el dinero y en lo que la señora dejó escrito.
¿Como pudo esa mujer saber cuanto ella y el marido precisaban de aquel dinero? Con el bebe que estaba por nacer el próximo mes, todo se hacia más difícil.
Largo rato quedó pensando en la bendición que había recibido y ello le dibujó una gran sonrisa. Agradeció a Dios y se volvió hacia su preocupado marido que dormía a su lado, le dio un beso suave y susurro:
-"Todo estará bien, te amo... Renato".

viernes, 19 de junio de 2009

Consejos de padre


Habitualmente no acostumbro personalizar mis comentarios en estas líneas, pero esta vez decidí contarles sobre algo que leí hace tiempo. Se trata de los consejos que Jackson Brown dió a su hijo al momento de dejar éste su hogar.
Realmente me hubiera gustado ser ese hijo...y hoy, con los propios haciéndose hombres, quisiera parecerme un poco a ese padre y recordar juntos (con algunos toques personales), aquellos buenos consejos en busca de vivir feliz.

- Observa el amanecer por lo menos una vez al año.
- Ten siempre presente que nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera imnpresión.
- Recuerda que se logra mas de las personas por medio del estímulo que del reproche.
- Anímate a presentarte a alguien que te cae bien simplemente con una sonrisa y diciendo: "mi nombre es fulano, todavía no nos han presentado".
- Haz lo que sea correcto, sin importar lo que otros piensen u opinen.
- Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.
- Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo.
Quien no vive para servir, no sirve para vivir.
- Estrecha la mano con firmeza y mira a la gente de frente a los ojos.
- Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra.
- Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo mas pesado.
- No hay nada mas difícil que responder a las preguntas de los necios.
- Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas. Ubica tus pretenciones en el marco de tus posibilidades.
- No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos.
- Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también "el gran riesgo".
- No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.
- Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.
- No esperes que el otro sepa lo que quieres si no lo dices.
- Nunca confundas riqueza con éxito, ni confort con felicidad.
- No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.
- Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos.
- Aprende a distinguir quienes son tus amigos y quienes tus enemigos. A estos últimos dales el doble de atención y afecto.
- Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tu eres débil y viceversa.
- No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe.
- Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.
- Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.
- Maneja autos que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa.
- Recuerda el viejo proverbio: sin deudas, sin peligro.
- Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparecen en ellas.
- Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte de nuestra vida encima de el.
- Ten un buen equipo de música.
- Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal.
- Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles.
- Recuerda que la felicidad no es una meta, sino un camino: disfruta mientras lo recorres.
- Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.
- La gente mas feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo.
- Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará un momento en que ya no te dejará hacerlo.
- Confía en Dios, pero haz tu parte: cierra tu auto con llave.
- Escucha el doble de lo que hablas, por eso Dios nos dio dos oídos y una sola boca.
- Pon tus asuntos en manos de tu Hacedor, siempre sera tu mejor consejero.

Simplemente, disfruta al máximo de todo lo que Dios pone en tu camino.

Se Feliz!!

Como el lapiz



Todos conocemos los lapices, son largos y con un pequeño borrador, pues todos nos equivocamos, sin embargo, el borrador es mucho menor que el lapiz, indicando que a pesar de que nos equivocamos, es mas lo que escribimos correctamente que los errores que cometemos.
Esto nos lleva a entender que muchas veces creemos que nuestra vida no vale, o que nacimos para tener problemas, dificultades, o simplemente para ser perdedores.
Las depresiones vienen cuando pensamos que es mas lo malo que lo bueno en nuestras vidas, sin embargo es mas lo bueno que hay en nosotros que aquello que amerite llamarse error.
Adelante!!! no te detengas por un pequeño error, borra tus errores, escribe encima y continua, pues Dios te ha dado mucho lapiz pues conoce tus habilidades, y cree en las cosas buenas que puedes hacer.
Tienes muchas cosas que escribir!, y si te detienes para pensar en lo poco que has tenido que borrar, dejaras de escribir tu parte en el libro de la historia en la cual Dios te ha permitido ser coautor.

sábado, 13 de junio de 2009

¿Ocuparse o preocuparse?






¿Cuál es la diferencia entre ocuparse y preocuparse? ¿Cómo repercuten ambas acciones en nuestra vida?.

Ocupación:
La ocupación deriva del positivo, es abordar la resolución de algún problema o la materialización de algún proyecto. Dentro de la ocupación se mezclan los sueños, deseos, e intenciones que se convierten en el motor impulsor que dirige al éxito.
Quien se ocupa, fluye, porque la mente esta puesta en la meta, en el éxito, en solucionar; no hay bloqueos porque no hay miedos, estrés, ansiedad o depresiones que detengan el proyecto, porque la ocupación es también la certeza de que se está procediendo de manera correcta.
Al ocuparnos construimos, ya sea una solución o un proyecto, pero construimos.

Preocupación:
La preocupación deriva del negativo, no aborda la solución del problema sino el miedo al fracaso, el miedo a que las cosas no salgan bien. Cuando nos preocupamos bloqueamos, estancamos y no permitimos que las cosas fluyan correctamente porque estamos trabajando en base al miedo, al estrés, a la inseguridad y nuestra mente esta fija en todas las imágenes que implican atrasos, complicaciones, fracaso, etc. La preocupación no sabe de solucionar un problema, más bien crea el problema, porque la mayoría de las preocupaciones no se basan en la realidad, se basan en suposiciones que no sabemos si ocurrirán.

La preocupación nos absorbe tiempo y energía que le restamos a la construcción real de proyectos o soluciones.
Al preocuparnos destruimos, porque si sus bases parten del negativo, tendrá un final negativo.

¿Qué te preocupa?
Acorde a este tema, vale la pena reflexionar lo siguiente:
Expertos en desarrollo humano hicieron una encuesta respecto a los problemas que aquejan a la mayoría de la gente, obteniendo los siguientes resultados:

El 40% de mis preocupaciones nunca ocurrirán, ya que la ansiedad es un producto de una mente cansada.
El 30% conciernen a decisiones pasadas que ya no pueden ser alteradas.
Un 12% se centra en críticas, principalmente falsas, hechas por personas que se sienten inferiores.
El 10% tienen que ver con a mi salud, que empeora mientras me preocupo.
Y tan solo un 8% son "legítimas". Porque la vida tiene problemas reales, que pueden ser afrontados una vez que he eliminado las preocupaciones superfluas.

La energía es como el dinero, hay que saberla invertir para crecer... ¿En que inviertes tu, tu energía? Si analizas esta pregunta entonces podrás responder porque muchos de tus proyectos se bloquean y no se logran concretar, y entonces podrás hacer una sabia elección: "ocuparte" o "preocuparte".

martes, 5 de mayo de 2009

Donde buscamos la felicidad?



Poco antes de que la humanidad existiera, se reunieron varios duendes para hacer una travesura. Ellos sabían que el hombre habría de existir y seria la mayor de todas las creaciones.
Entonces, uno de ellos dijo: "Debemos quitarle algo, pero, ¿Que le quitaremos?"
Después de mucho pensar, uno sostuvo: "Ya se! vamos a quitarle la felicidad. Pero el problema es donde esconderla para que no la pueda encontrar". El primero propuso:
"Vamos a esconderla en el monte mas alto del mundo".
A lo que inmediatamente otro retruco: "No, recuerda que el hombre tiene fuerza, y que alguna vez alguien puede subir y encontrarla; y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde esta".
Luego, propuso otro: "Entonces, vamos a esconderla en el fondo del mar". Y otro contesto: "No, recuerda que tienen curiosidad, alguna vez alguien construirá algún aparato para poder bajar y la encontrara".
Uno mas dijo: "Escondamosla en un planeta lejano a la Tierra". Pero le respondieron: "No, recuerda que tiene inteligencia, y un día alguien va a construir una nave para viajar a otros planetas y la va a descubrir; y entonces todos tendrán felicidad".
El ultimo de los duendes, que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas, dijo: "Creo saber donde ponerla para que realmente nunca la encuentre".
Todos preguntaron al unisono: "¿Donde?".
El duende respondió: "La esconderemos dentro de el mismo; así estará tan ocupado buscándola fuera, que nunca la encontrara".
Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo.

lunes, 4 de mayo de 2009

El tornillo



Algunas veces es un error juzgar algunas actividades simplemente por el tiempo que demandan realizarlas.
Un buen ejemplo es el caso del ingeniero que fue llamado para arreglar una computadora muy grande y extremadamente compleja...una computadora que valía 12 millones de dolares.
Sentado frente a la pantalla, oprimió unas cuantas teclas, asintió con la cabeza, murmuro algo para si mismo y apago el aparato.¨
Procedió a sacar un pequeño destornillador de su bolsillo y dio vuelta y media a un minúsculo tornillo.
Entonces encendió nuevamente la computadora y comprobó que estaba trabajando perfectamente.
El presidente de la compañía se mostró encantando y se ofreció a pagar la cuenta en el acto.
- "¿Cuanto le debo?" - Pregunto.
- "Son mil dolares, si me hace el favor."
- "¿Mil dolares? ¿Mil dolares por unos momentos de trabajo? ¿Mil dolares por apretar un simple tornillito?"
"¡Ya se que mi computadora cuesta 12 millones de dolares, pero mil dolares es una cantidad disparatada!"
"Le pagare solo si me manda una factura detallada que lo justifique."
El ingeniero asintió con la cabeza y se fue.
A la mañana siguiente, el presidente recibió la factura, la leyó con cuidado, sacudió la cabeza y procedió a pagarla en el acto, sin chistar. La factura decía:

Detalles de servicios prestados:

Apretar un tornillo ........................................... 1 dolar
Saber que tornillo apretar .................................... 999 dolares

El caballo en el pozo


Hace años, un campesino afrontaba serias dificultades para llevar adelante su explotación.
El hombre era dueño de algunos caballos que ayudaban en las tareas de su pequeña hacienda.
Un día, su capataz llega a verlo presuroso con la novedad que uno de los caballos había caído a un viejo pozo abandonado. El pozo era particularmente profundo, lo que haría igual de difícil sacar al animal de allí.
El campesino se dirigió de inmediato donde el accidente a fin de poder evaluar la situación. Al llegar, pudo comprobar que el caballo no estaba lastimado, pero de todas formas, intentar sacarlo de ese lugar seria no solo muy difícil, sino también muy costoso. Luego de meditarlo por unos minutos concluyó que no podría hacer frente al alto precio de la operación de rescate, por lo que debió tomar la difícil decisión de sacrificar al animal. Para esto, dijo al capataz que rellenaran el pozo con tierra hasta enterrar al caballo en el lugar.
Y así lo hicieron. Los peones comenzaron a arrojar paladas de tierra para llenar el pozo y cubrir al caballo.
Pero sucedió que a medida que la tierra caía sobre el animal este se sacudía, lo que hacia que la tierra se deslizara al fondo del pozo. Por cada palada que recibía el caballo era lo mismo: se sacudía, la tierra escurría y el animal se mantenía no solo al descubierto, sino que iba subiendo.
Los hombres se dieron cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino, por el contrario, estaba subiendo hasta que finalmente logro salir del pozo.
Si Ud. esta "en el fondo del pozo", se siente poco valorado y que otros arrojan tierra sobre Ud., recuerde siempre al caballo de esta historia: sacudase la tierra, pise sobre ella y "salga del pozo". Sea el ejemplo.

domingo, 29 de marzo de 2009

Conmovedor mensaje a los argentinos

Este mensaje fue leído en un programa de televisiòn por cable por el periodista Oscar Gonzalez Oro, hace algunos días. Desde que se dio a conocer ha tenido amplia difusión y no deja de reflejar una realidad que nos toca a todos de cerca e invita a la reflexión.
Es de origen mejicano y se ha adaptado con el propósito, entiendo, de mostrar (y mostrarnos), como somos hoy los argentinos.
Vale la pena; no solo su contenido, sino, y especialmente, plantearnos como haremos para intentar corregir nuestras conductas.



CONMOVEDOR MENSAJE A LOS ARGENTINOS



Una reflexión para todos nosotros, que somos argentinos.
La creencia general fue que Menem nos robo. Se decía que De la Rua era un inútil, que no servía; que Duhalde era mafioso; que con Kirchner volvieron los montoneros y ahora Cristina no sirve para nada.
Por eso estoy empezando a sospechar que el problema no esta en Menen, De la Rua, Duhalde, Kirchner o Cristina. El problema esta en nosotros…
Si, nosotros como pueblo, nosotros como materia prima de un país.
Porque pertenezco a un país donde la viveza criolla es la moneda que siempre es valorada, tanto o mas que un dólar.
Un país en donde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud más apreciada que formar una familia a largo plazo, basada en valores y respeto por los demás.
Pertenezco a un país donde, lamentablemente, los periódicos jamás se podrán vender como se venden en otros países, en maquinas donde uno paga por un solo ejemplar y saca un solo periódico dejando los demás en donde estaban.
Pertenezco a un país en donde los delincuentes tienen más derechos que las victimas, donde la justicia deja en libertad a los violadores. Pertenezco a un país donde la gente festeja si consigue robarse la señal de televisión por cable; un país donde la gente hace todo lo posible para no pagar o pagar menos impuestos.
Pertenezco a un país donde la impunidad es un hábito, en donde no hay interés por la ecología, en donde las personas tiran la basura en las calles y luego le reclaman al gobierno por la falta de limpieza publica.
Un país donde no existe la cultura por la lectura, donde no hay conciencia ni memoria de la política y no hay interés por la economía, porque solamente interesa la pelea entre Maradona y Riquelme.
Pertenezco a un país donde las licencias de conducir, los certificados médicos e incluso hasta la ciudadanía argentina puede comprarse sin hacer ningún tipo de examen.
Pertenezco a un país donde puede subir un anciano o una mujer con un niño en brazos y la persona que viene sentada en el asiento especial para estas personas simula estar durmiendo para no dárselo, y si alguien le reclama se levanta para golpearla. Un país donde el derecho de paso es para los automóviles y no para el peatón.
Un país en donde la gente esta llena de faltas pero disfruta criticando a sus gobernantes y a los políticos. Mientras más le digo ladrón a Menem, inútil a De la Rua, mafioso a Duhalde, montonero a Kirchner e inoperante a Cristina, mejor soy yo como persona a pesar de que ayer compre discos y ropa trucha.
Mejor soy yo como argentino a pesar de que esta mañana estafe a un cliente o perjudique a mis empleados al no pagarles sus horas extras trabajadas.

BASTA!!!!!
Por favor, Basta!!

Como materia prima de un país tenemos muchas cosas buenas, pero nos falta mucho para ser los hombres y mujeres que nuestro país necesita; porque esos defectos, esa viveza congénita, esa deshonestidad, esa falta de calidad humana es lo que nos tiene real y francamente engañados a los argentinos.
Lo siento mucho. Porque aunque pase este gobierno el próximo deberá seguir trabajando con la misma materia prima defectuosa. Tenemos que erradicar primero los vicios que tenemos como pueblo y después empezar a cambiar nosotros mismos como argentinos.
Por eso es que nadie servirá. Ni sirvió Menem, ni sirvió De la Rua, ni sirvió Duhalde, ni Kirchner ni tampoco va a servir Cristina.
¿Que necesitamos? ¿Que vuelva la dictadura militar para que nos haga cumplir la ley con la fuerza por medio del terror y del miedo?
Aquí hace falta otra cosa, algo mas inteligente que cacerolazos, paros o piqueteros que corten nuestras calles o rutas. Necesitamos que todo esto cambie o seguiremos igualmente condenados, igualmente estancados. Y no importa para donde te vayas. Así viajes a Europa, a Estados Unidos o a China, siempre llevaras Argentina adentro tuyo. Si no modificas tu forma de pensar, estés donde estés, seguiremos perdidos. Porque es muy sabroso ser argentino y vivir como vivimos. Pero cuando esa argentinidad autóctona empieza a hacerle daño a nuestra posibilidad de desarrollo como nación, ahí la cosa cambia.
Después de este mensaje francamente pienso buscar al responsable, no para castigarlo, sino para exigirle, si… a exigirle que mejore su comportamiento. Es decir, buscar al responsable de que Argentina este mal. Estoy seguro que lo voy a encontrar esta noche cuando me vea en el espejo. Ahí estará. No necesito buscarlo en otro lado. Le voy a exigir, le voy a suplicar, si es necesario, que me ayude a hacer una Argentina mejor.
Gracias .

Desinteresado auxilio


Desinteresado auxilio

Una fría y lluviosa noche, como a las 23:30 de aquel 15 de febrero de 1965, una mujer mayor, de origen afroamericano, estaba parada cerca de una de las salidas en una autopista del estado de Alabama, en Estados Unidos, tratando de soportar la fuerte tormenta e intenso frio.
Su automóvil se había descompuesto y a ella le urgía, casi con desesperación, salir de allí y que la llevaran. Totalmente empapada, decidió hacer señas para intentar detener el próximo auto que apareciera. A pesar de todos los conflictos ocurridos durante los 60, un joven que era blanco se detuvo para ayudarla. El muchacho la sacó de aquella autopista, la llevó hasta un lugar seguro, la ayudó a obtener asistencia y aguardó a que pudiera tomar un taxi. Ella evidenciaba estar muy apurada. Le pidió y anotó la dirección al joven, le dio las gracias y se fue.
Había transcurrido una semana dese aquel hecho, cuando llamaron a la puerta de la casa del joven. Enorme fue su sorpresa cuando, al atender, un televisor color de pantalla gigante le fue entregado por correo en su casa. Con el venia una nota especial adjunta al paquete. Esta decía: "Muchísimas gracias por ayudarme en la autopista la otra noche. La lluvia anegó no sólo mi ropa sino mi espíritu. Entonces apareció usted. Gracias a usted, pude llegar al lado de la cama de mi marido agonizante, justo antes de que muriera. Dios lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente.

Sinceramente: La Señora de Nat King Cole.